La actual crisis creada por la pandemia del coronavirus ha obligado a muchas empresas a tomar medidas para reducir o evitar, en la medida de lo posible, los contagios entre sus empleados; desde reforzar las medidas de higiene a implantar medidas organizativas o preventivas que de manera temporal eviten situaciones de contacto social sin necesidad de paralizar la actividad empresarial.
El Ministerio de Sanidad recomendó al inicio de la pandemia que las empresas implementaran el teletrabajo como medida para evitar posibles contagios. Sin embargo, esta medida cogió a pie cambiado a gran parte del tejido empresarial español que ha tenido que improvisar dispositivos, conexiones y protocolos a contrarreloj.
Pues bien, el teletrabajo ha venido para quedarse y ya nada volverá a ser como antes. El concepto de oficina tal cual la conocemos hoy día tiende a desaparecer. Se impone la necesidad de oficinas con grandes espacios para albergar a todos los empleados y garantizar así las distancias de seguridad necesarias para evitar contagios. Esto hace inviable la mayoría de despachos. Una oficina pensada para 100 empleados ahora solo puede albergar 50 lo que obliga a las empresas a una reubicación de sus instalaciones, implantar turnos de trabajo o fomentar el teletrabajo.
Estos últimos meses de pandemia se han convertido en un gran experimento a nivel mundial en cuanto a la implantación del teletrabajo. Fruto de este experimento, las empresas han sido conscientes de la reducción de costes que supone, ya que con una parte de sus empleados trabajando desde sus casas se consigue ahorrar en electricidad, agua, limpieza y mantenimiento y por tanto reducir el coste por empleado. Para el empleado también ha supuesto ventajas como: el ahorro en transporte y dietas, la conciliación laboral, la reducción de estrés que suponen los desplazamientos en grandes ciudades, etc.
Además de la reducción de costes, se ha hecho evidente que la responsabilidad de los trabajadores se ha traducido en un buen rendimiento y un claro aumento de la productividad lo que ha beneficiado claramente al empresarrio. Prueba de ello es que grandes empresas están apostando claramente por el teletrabajo de forma permanente; un ejemplo de esto son Twitter, Barclays, El Economista, Banco Santander, Facebook y un largo etc.
En NCS Software llevamos varios años fomentando el teletrabajo entre nuestros empleados, facilitando los medios necesarios para que así sea. Contamos con varios sistemas de videoconferencia de la firma Cisco, como: Cisco Webex Meetings con el que organizamos reuniones con empleados y delegaciones en toda España o Cisco Webex Events, con el que organizamos seminarios web interactivos con vídeo y audio HD para formar a nuestros clientes a distancia, evitando así desplazamientos innecesarios.
Desde el año 1998, año en el que NCS comenzó su andadura en Internet, contamos con servidores propios en nuestra central y en los principales centros de procesamiento de datos, donde disponemos de espacios de uso exclusivo donde mantener y operar nuestras infraestructuras IT, que aseguren la continuidad de nuestros servicios y la actualización de nuestras aplicaciones.
También contamos con una VPN (Virtual Private Network) que utilizamos para conectar cerca de 200 puestos de trabajo a nuestra red privada utilizando Internet. Nuestros empleados acceden desde nuestras delegaciones, desde sus hogares, lugares de residencia, etc., para aprovechar recursos corporativos que, de otro modo, no sería posible.
Además, contamos con una centralita IP que utilizan empresas de todos los tamaños para mejorar su comunicación, incluyendo a Google, Yahoo, IBM… entre otras muchas. Nuestra centralita permite a nuestros empleados atender las llamadas de nuestros clientes y las llamadas internas de compañeros, desde sus casas, como si estuvieran en nuestras instalaciones.
NCS desde el minuto uno cuenta con el personal necesario para atender cualquier incidencia de soporte que pueda surgir, además de mantener y desarrollar sus aplicaciones y servicios como lo ha hecho hasta ahora.
